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El origen de la palabra “España” y otras joyas lingüísticas

El origen de la palabra “España” y otras joyas lingüísticas en español

En la entrada de hoy queremos adentrarnos en el fascinante mundo de la etimología, es decir, cómo las palabras han ido evolucionando a través del tiempo hasta llegar hasta nuestros días. Y, como no, queremos empezar por la joya de la corona, la palabra que nos une a todos…

España        

La realidad es que los romanos la adoptaron de los fenicios, quienes la llamaban “I-Shaphan-im”, que en realidad significa “tierra de conejos”. Sí, has leído bien; parece que en la antigüedad la Península Ibérica estaba repleta de estos adorables roedores. Con el tiempo, los romanos transformaron “I-Shaphan-im” en Hispania, y así nació la denominación que ha perdurado hasta nuestros días.

Pero la magia de las palabras no se detiene aquí. Echemos un vistazo a algunas otras palabras que seguro que te sorprenderán.

Siesta

La siesta, o la costumbre de descansar después de la comida, proviene del latín “hora sexta”. En la antigüedad romana el día se dividía en 12 horas de luz y 12 de oscuridad, comenzando con el amanecer. La “hora sexta” hacía referencia al sexto intervalo de tiempo contando desde el amanecer.

En las zonas mediterráneas, donde el calor puede ser intenso durante las horas centrales del día, la “hora sexta” coincidía con el momento después del almuerzo, cuando la gente buscaba un respiro del calor y descansaba. Con el tiempo, esta costumbre se arraigó en la cultura y dio origen a la palabra “siesta”, tal y como la conocemos hoy en día.

Flamenco

La etimología de la palabra “flamenco” en el contexto del baile es un tanto compleja y ha sido objeto de diversas teorías. La más aceptada sugiere que la palabra se deriva del término hispano-musulmán “felag mengu” o “fala minga”, que significa “campesino errante” o “proveniente de Flandes”.

Durante la época de la Reconquista española hubo una migración significativa de personas de Flandes (región en el norte de Europa) hacia el sur. Estos inmigrantes trajeron consigo su cultura y, con el tiempo, se integraron en la sociedad española. Se cree que los gitanos, que también influyeron en el desarrollo del flamenco, adoptaron algunas de las costumbres y estilos de baile de estos inmigrantes, fusionándolos con sus propias tradiciones. Así, el término “flamenco” llegó a asociarse con el arte y la cultura de los gitanos en España, especialmente con el cante (canto), el toque (guitarra) y el baile que caracterizan el flamenco en la actualidad. La riqueza y la complejidad de este género artístico reflejan la fusión de diversas influencias culturales a lo largo de la historia.

Tapa

Hay diferentes teorías sobre el origen de nuestra deliciosa tradición culinaria.

Una de ellas sugiere que la palabra “tapa” proviene del verbo español “tapar”, con el significado de “cubrir”. Se cuenta que en el siglo XIII el rey Alfonso X de Castilla ordenó que las tabernas debían servir una pequeña porción de comida con cada bebida para evitar que el polvo y la suciedad cayera en los vasos. Esta porción de comida se colocaba sobre la copa y se llamaba “tapa” debido a la función que cumplía.

Otra teoría sugiere que la tradición de servir tapas se originó durante el reinado de Felipe III en el siglo XVII. Se dice que el monarca ordenó que las posadas y tabernas sirvieran alimentos sólidos con las bebidas alcohólicas para prevenir la embriaguez de los clientes.

Independientemente de la teoría exacta, lo cierto es que la cultura de las tapas se arraigó en España y hoy en día es una práctica muy popular que no solo se sirve como acompañamiento a las bebidas, sino que también forman parte de nuestra rica tradición gastronómica.

 

Esperamos que estas curiosidades lingüísticas hayan despertado vuestra curiosidad y os inspiren para explorar más allá de las palabras que usamos a diario.

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