¿Cómo reducir la ansiedad ante las pruebas evaluadoras?
Como profesores sabemos que muchas veces, incluso los alumnos más brillantes, pueden ponerse nerviosos ante los temidos exámenes. Y es que, es inevitable, todos sufrimos más o menos ansiedad al enfrentarnos a una prueba, aunque estas son el pan nuestro de cada día y, como docentes, tenemos que entrenar también a nuestros alumnos para que puedan dar lo mejor de sí mismos.
Algunas de las estrategias que podríamos implementar en nuestras aulas son las siguientes:
- Preparación rigurosa. El mejor antídoto contra la ansiedad es una preparación sólida. Intenta llevar a tus clases modelos de pruebas y ejercicios similares a los de los exámenes de lengua, así, a la hora de la verdad, los alumnos sabrán exactamente qué esperar de cada parte, así como el tiempo necesario estimado para cada tarea.
- Técnicas de relajación. Antes de expedir un examen, ¿has probado a dedicar cinco minutos a tener una conversación agradable con tus alumnos? ¿Quizás poner un poco de música? ¿Respirar profundamente? Aunque parezcan obviedades, a muchos les funcionan estas técnicas para tranquilizarse.
- Haz que los alumnos se centren en el proceso más que en el resultado. ¿Es más importante la nota de un examen o todo lo que se ha aprendido por el camino? Como profesores, muchas veces tendemos a valorar excesivamente el resultado de una prueba. Quizás usando mecanismos como el portafolio o el diario de aprendizaje, podremos tener en cuenta el desarrollo individual y el progreso de cada alumno y evaluar en consecuencia. Por otro lado, para los alumnos este tipo de instrumentos constituirán una herramienta valiosísima que les permitirá motivarse al ver el camino recorrido y el punto al que han llegado independientemente de la posible nota adquirida.
- Retroalimentación positiva. Acostúmbrate no solo a devolver ejercicios corregidos, sino también a destacar aquello en lo que los alumnos sobresalgan y también a dar técnicas y consejos de autoaprendizaje en aquellos puntos en los que debe mejorar. De esta manera, estarás ayudando a los estudiantes para que intenten hacerlo mejor en la siguiente vez.
Seguro que con estas técnicas incluso los alumnos con peores resultados en las pruebas evaluadoras podrán dar lo mejor de sí mismos y motivarse para seguir aprendiendo.