Los que ya tenemos unos años y recordamos cómo fueron nuestras clases de idiomas en nuestra juventud nos vienen a la cabeza clases multitudinarias en las que el profesor escupía una serie de conocimientos que tú recogías como buenamente podías para poder superar después algún examen. En ningún momento nos interesaba el progreso de nuestros compañeros ni interactuábamos con ellos más allá de algún, por aquel entonces novedosa, típica actividad de “habla con tu pareja”.
Gracias a Dios hoy la situación es bien diferente y los profesores de segundas lenguas que trabajamos con grupos, en especial grupos numerosos, sabemos la importancia y los beneficios que podemos obtener a la hora de implementar las dinámicas de grupo en nuestras sesiones.
Podríamos definir las dinámicas de grupo como técnicas de trabajo que usamos en actividades estructuradas, con un propósito y forma variable, basadas en situaciones comunicativas de la vida real y en las que los alumnos pueden aprender junto con otros compañeros en un ambiente distendido y colaborando mutuamente. Entre los objetivos que persiguen las dinámicas de grupo podríamos destacar los siguientes:
El concepto está directamente relacionado y tiene sus bases en las teorías del aprendizaje cooperativo, nacido a principios del siglo XX en EE.UU y surgido en contra de la concepción educativa dominante del momento que ponía énfasis en el individualismo, la memorización (sin razonamiento ni reflexión) la competitividad, la búsqueda de objetividad (con tests de selección múltiples, respuestas automatizadas, etc.) y con la que, básicamente, podías completar fácilmente un ciclo de estudios sin tener que desarrollar las habilidades sociales de intercambio y negociación.
Frente a esto, el aprendizaje cooperativo busca aprender mejor “colaborando” y no compitiendo, fomentando la integración de diferentes grupos y estimulando una enseñanza más reflexiva basada en las habilidades y no en la memorización. Los estudios y la experiencia han demostrado que adoptando este enfoque se consigue reducir la ansiedad, incrementar la confianza y la autoestima en uno mismo, generar más oportunidades para la práctica de la lengua, desarrollar la autonomía de los alumnos o propiciar situaciones para desarrollar destrezas completas de pensamiento crítico como planificar, tomar decisiones, resolver diferencias de opinión, etc. No olvidemos el conocido como “principio de sinergia”, que defiende –y así lo creemos- que la suma o esfuerzo total de varios individuos es mayor que la suma de esfuerzos de esos individuos trabajando de forma aislada.
Pero no podemos pintar todo color de rosa porque, seamos sinceros, para empezar a trabajar con el aprendizaje cooperativo y que las diferentes dinámicas de grupo que llevamos a clase sean efectivas, lo primero que tenemos que preguntarnos es si nuestra clase realmente forma un “grupo” o se trata simplemente de alumnos independientes que comparten el espacio físico con otras personas. Y es que, si se quiere que realmente que los beneficios de esta metodología repercutan en nuestros estudiantes, deberíamos desde el principio dedicar tiempo a actividades que permitan a los alumnos conocerse entre sí, desarrollar sentimiento de pertenencia a un grupo “real” y crear diversas pautas de amistad entre ellos.
Por otra parte, aunque tradicionalmente se ha venido usando el término “grupo”, creemos que es importante que, en nuestras clases, especialmente en aquellas en las que los estudiantes van a pasar un largo periodo juntos, se formen “equipos”, porque existen diferencias entre los dos términos:
GRUPO | EQUIPO |
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Se trata a todos por igual, sin distinguir características individuales, estilos de aprendizaje, etc. | Se valora y se tiene en consideración las diferentes personalidades, habilidades, etc. |
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En ocasiones, si el aprendiz cambia frecuentemente de compañeros puede perder el interés por profundizar en la relación. | Los estudiantes cambian de actitud respecto a sus compañeros y a la necesidad de mejorar sus habilidades comunes de trabajo cuando saben que tendrán que estar mucho tiempo juntos. |
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Las personalidades más fuertes suelen ser las que destacan y deciden cómo y cuándo hacer el trabajo. Se promueve la “holgazanería social”, en todos aquellos que simplemente se dejan llevar por los demás sin ni siquiera tener que participar en las tareas. | Otorgar responsabilidades individuales y organizar tareas de modo interdependiente es fundamental para fomentar la interdependencia positiva y adquirir una responsabilidad grupal e individual frente al éxito del aprendizaje. |
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Un ejemplo sería la evaluación de un proyecto asignado la misma nota a todos los participantes sin tener en cuenta el grado de acción de cada uno de ellos sobre el mismo. | A partir de, por ejemplo, cuestionarios, encuestas, debates, etc., después de las tareas los individuos y equipos reflexionan sobre su comportamiento o trabajo. |
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Simplemente se presupone que los individuos del grupo ya saben trabajar juntos | Se realizan actividades para mejorar la interacción entre los miembros, para controlar la tarea, dominar los canales orales y escritos, etc. |
Así pues, repetimos, el objetivo de los profesores debería ser promover la transición entre el concepto “grupo” a “equipo” dentro de sus clases. Y para esto el docente, tendrá que tener en cuenta una serie de aspectos:
Ahora que ya tenemos claros los principios más importantes y hemos creado a nuestros equipos de trabajo, vamos a ver como con sencillas técnicas podemos transformar casi cualquier actividad tradicional de nuestros programas simplemente cambiando la dinámica para lograr que todos nuestros estudiantes colaboren y participen activamente en nuestras sesiones.
| Ejemplo. Lluvia de ideas: los participantes aportan ideas sobre un tema u objeto sin inhibición crítica, racional y con rapidez, importando solo la cantidad. | |||
Aplicaciones educativas:
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| Ejemplo. Murmullo, cuchicheo, diálogos simultáneos: se desarrolla una presentación del profesor. Los alumnos dialogan entre ellos para ver si han entendido las explicaciones del profesor y si son capaces de resumir los puntos más importantes. |
Aplicaciones educativas:
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| Ejemplo. Puzzle: se distribuye a los alumnos en grupos y se da a cada miembro una viñeta de una historia o tarjeta con información. Los miembros del grupo han de cooperar para reconstruir la historia o dar la solución al problema. | |||
Aplicaciones educativas:
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| Ejemplo. Jigsaw Los alumnos de cada grupo estudian una parte del tema con los miembros de los demás equipos que les ha tocado el mismo apartado. El tema se ha dividido en tantas partes como componentes. Una vez estudiado el punto, vuelven a hacer su equipo para explicar a los demás qué han aprendido con el grupo de especialistas. Finalmente todos los miembros del grupo se someten a las preguntas del profesor o las que ellos mismos han creado. |
Aplicaciones educativas:
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| Ejemplo. Bola de nieve Se discute un tema en parejas, una vez finalizado el tiempo se le une otra pareja, después otro cuarteto y así hasta completar todo el equipo. (También puede iniciarse individualmente aportando las opiniones) |
Aplicaciones educativas:
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Además de las técnicas, también podríamos elaborar una clasificación de dinámicas según sus objetivos:
Tipo | Objetivo |
Dinámica de presentación | Presentar a todos los miembros del grupo |
Dinámica de iniciación | Romper el hielo y dar tiempo a que lleguen todos los estudiantes. |
Dinámicas de análisis general o resolución de conflictos | Analizar la marcha del grupo y solucionar posibles conflictos. |
Dinámicas de conocimiento | Profundizar en el conocimiento de otros miembros del grupo y también de los conocimientos que hayamos adquirido |
Dinámicas de comunicación | Promover la comunicación y la partición de todos los miembros del grupo |
Dinámicas de creatividad | Fomentar la creatividad, podemos trabajar destrezas de expresión oral y escrita |
Dinámicas de organización y planificación | Organizar y planificar las actividades del grupo |
Dinámicas de participación y cooperación | Aprender a trabajar y a realizar actividades de equipo |
Dinámicas para el desarrollo de las habilidades | Trabajar habilidades concretas, sociales, culturales |
Dinámicas de distensión | Crear mejor ambiente entre los miembros del grupo |
En la red podemos encontrar un sinfín de recursos e ideas sobre dinámicas, como en ProfedeEle o laclasedeele.
En conclusión; utilizar dinámicas variadas en nuestras clases reporta grandes beneficios para los aprendientes, ya que mejoran no solo sus competencias lingüísticas, sino que también desarrollan su capacidad de trabajo en equipo, resolución en equipos y aumenta su autonomía por lo que creemos que es imprescindible incluirlas dentro de nuestras planificaciones de clase.