Esta semana, el 5 de junio, celebramos el Día Mundial del Medioambiente, una fecha que en el contexto global que vivimos cada vez está adquiriendo más importancia y que nos ha llevado a querer recordar hoy la importancia de integrar la conocida como EDS (Educación para el Desarrollo Sostenible) en nuestras clases, incluidas las de español como segunda lengua.
Hacia el concepto de sostenibilidad y desarrollo sostenible
Hoy en día esta palabra parece que está de moda, pues frecuentemente la oímos en discursos políticos o definiendo conceptos como desarrollo o educación.
Fue la Comisión Mundial de medio Ambiente y Desarrollo la que acuñó el concepto de “sostenibilidad, que surgió por vía negativa tras el resultado del análisis de la situación que solo se podía considerar como “emergencia planetaria” y en la que el ser humano tiene gran parte de responsabilidad. Nadie tendría problemas en aportar ejemplos de estas “prácticas insostenibles” que podrían ir desde la generación de residuos contaminantes o el mal uso de los recursos energéticos hasta el excesivo y constante crecimiento demográfico o el desequilibrio entre una parte de la población hiperconsumista frente a miles de personas que pasan hambre. Lo verdaderamente insostenible, en definitiva, es el hecho de que vivimos en un sistema socioeconómico que está apostando por un crecimiento ilimitado sin tener en cuenta que nuestro planeta es finito. Un vídeo que nos gusta usar mucho en las clases es el siguiente:
¿Qué podemos, pues, hacer ante este panorama? Parece que la única opción lógica y viable sería que empezáramos a trabajar de manera conjunta hacia lo que se conoce como “Desarrollo Sostenible” o, lo que es lo mismo, “aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de futuras generaciones de satisfacer las suyas propias”.
Lo novedoso de este término es que quedó en evidencia que existen muchos más factores de los que creíamos que son interdependientes entre sí y que son causantes de los problemas a los que la humanidad tiene que enfrentarse. Así, resulta evidente que los vertidos de las fábricas son causa directa de la contaminación, y esta a su vez, del calentamiento global, del estado de los mares o ríos, etc. Sin embargo, si se nos preguntara sobre la incidencia en el planeta de realidades como la desigualdad de género o lo que comemos cada día, la mayoría no seríamos capaces de ver el impacto directo de estos hechos. Sin embargo, se ha comprobado que en los países donde las mujeres tienen acceso a la educación como sus homólogos masculinos, la tasa de natalidad y crecimiento es más baja (posiblemente por el acceso a la educación sexual de la mujer), y sabemos, por otra parte, que el aumento demográfico es un problema para la sostenibilidad, entre otras cosas, por el aumento de la demanda de recursos. En cuanto a la elección de nuestro menú, el aumento generalizado del consumo de carne supone uno de los mayores desastres naturales a los que nos enfrentamos, algo que no sorprende cuando sabemos que se necesita diez veces más cantidad de agua para producir un kilo de carne que uno de legumbres o pensamos en el metano generado por el conjunto de la industria ganadera, mayor – según los expertos – que la suma de este gas producido por todos los medios de transporte.
Estos ejemplos demuestran pues la importancia de un enfoque holístico a la hora de abordar esta problemática que tenga en consideración tres grandes áreas estrechamente relacionadas entre sí: medio ambiente, economía y sociedad.
Educación para el desarrollo sostenible
A medida que los estudios sobre Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible fueron avanzando, se fue desarrollando paralelamente una serie de acciones y proyectos que prendían implementar estos nuevos conocimientos en el ámbito educativo, la mayoría de ellos impulsados por las Naciones Unidas.
Así, a partir de acciones como la Década de la Educación para el Desarrollo Sostenible o la activación de los programas GAP (Programa de Acción Global) se persigue implicar a todas las áreas y todos los niveles educativos (enseñanza formal, enseñanza no reglada y canales como museos, prensa o televisión) para lograr la transición del conjunto de la población hacia la sostenibilidad. Los objetivos que perseguirá este nuevo enfoque educativo será brindar una educación de calidad y que ayude a las personas a:
Estos objetivos se podrán lograr, por una parte, reorientando los procesos de enseñanza-aprendizaje para que todas las personas sean capaces de adquirir esos conocimientos, competencias, valores y actitudes y, por otra, fomentando todos aquellos programas y proyectos que pudieran contribuir a dicha búsqueda de la sostenibilidad.
Implicaciones para el profesorado
Cualquier docente que tenga una cierta trayectoria laboral se habrá dado cuenta que la EDS ha venido incorporándose progresivamente a los currículos de los diferentes niveles educativos bajo diferentes nombres y, a veces, con mayor o menor acierto, mediante diversos enfoques. Dependiendo también del contexto particular de cada país o región, se ha optado a veces por tratar estos contenidos a partir de alguna asignatura específica o, en otras ocasiones, se ha preferido usar una manera transversal a través de diferentes materias.
Quizás, si tenemos en cuenta lo ya explicado en cuanto a la interdependencia de varias áreas a la hora de entender los problemas de sostenibilidad que nos afectan, lo más adecuado sería apostar por un modelo transversal y no tendría sentido que la redujéramos a una asignatura desconectada de otros campos.
De cualquier manera, el mensaje de los organismos internacionales es claro; la labor de los educadores no debería limitarse a impartir una materia determinada, sino que deberían ser conscientes y ejercer su responsabilidad de crear una educación solidaria que permita a los alumnos tener esa correcta –anteriormente citada – percepción del estado en el que se encuentra el planeta y generar en ellos actitudes y comportamientos responsables que les preparen para poder tomar futuras decisiones.
Implicaciones para el profesorado de E/LE
A pesar de las reticencias que los profesores de E/LE podamos experimentar a la hora de tener que realizar readaptaciones en nuestra materia o enfrentarnos a contenidos, en principio, ajenos a nuestra especialidad, debemos empezar a pensar que el español, además de la meta, puede convertirse de manera natural en el vehículo de comunicación para abarcar otra meta; la educación hacia la sostenibilidad.
Para lograr este fin, más que preocuparnos por si tenemos, o no, los conocimientos necesarios, sería centrarnos en el conocido como modelo de fortalezas. Según este enfoque, cada disciplina y cada docente podría contribuir a la educación para la sostenibilidad desde su especialidad. Se trataría entonces de pensar qué contenidos de la EDS podríamos vincular con nuestra asignatura, en este caso, el español como lengua extranjera.
Lo que se propone, antes de iniciarnos en este enfoque pedagógico, es seguir los siguientes pasos:
Justificación de la inclusión de contenidos de la EDS a partir del Plan Curricular del Instituto Cervantes: Niveles de Referencia para el Español
Hoy en día ya no supone ninguna novedad decir que “lengua, mundo y cultura” están relacionados y que los estudiantes que aprenden una lengua, español en este caso, lo hacen con el fin de usarla dentro de una sociedad a la que se puede acceder con este conocimiento. Para que esta comunicación pudiera ser efectiva, debería incluirse en la enseñanza el conocimiento de mundo de esta sociedad; conocimiento que necesariamente debería contener aspectos tanto de la sociedad, economía o medio ambiente; precisamente los ámbitos de acción claves de la EDS.
En este sentido, el Instituto Cervantes en su Plan Curricular: Niveles de Referencia para el Español nos facilita el trabajo para poder incluir de manera satisfactoria y pertinente los contenidos de los que estamos hablando.
Aunque quizás hablemos en profundidad en otra entrada de la importancia de este documento, podemos recalcar ahora de él que fue creado tomando como base el MCER y siguiendo todas y cada una de las recomendaciones del Consejo de Europa. Es un documento imprescindible para cualquier profesional de ELE, pues, entre otras cosas, se nos apuntan los contenidos recomendables que deberíamos incluir en cada uno de los seis niveles de referencia que se establecen. Así, tomando a la lengua como objeto de aprendizaje, incluirá una serie de componentes e inventarios (referidos a la gramática, la ortografía, el léxico, etc.) entre los que se encuentra también el componente cultural, dividido en los siguientes inventarios:
Ejemplo de contenidos susceptibles de incluirse en la EDS.
B. Saberes y comportamientos socioculturales. Incluiría un conocimiento basado en la experiencia, ideas, prejuicios de una comunidad, convenciones sociales, etc.
Ejemplo de contenidos susceptibles de incluirse en la EDS
C. Habilidades y actitudes interculturales. Se trataría de una relación de procedimientos que, al ser activados de forma estratégica, permitiría al alumno aproximarse de manera activa a otras culturas (especialmente a la española / hispanoamericana), buscando así ampliar la personalidad social del alumno. Es decir, estaríamos hablando del “saber hacer” que ya proponía la EDS a la hora de generar en el alumno actitudes y comportamientos en los alumnos y prepararlos para actuar de manera responsable.
Ejemplo de contenidos susceptibles de incluirse en la EDS
Los contenidos de este inventario, se relacionarían con el “saber hacer” que proponía la EDS cuando apuntaba la necesidad de generar actitudes y comportamientos en los estudiantes que los prepararan para actuar y tomar decisiones responsables.
Ejemplos de materialización práctica y conclusiones
En conclusión, como hemos podido ver en este post, la asignatura de español como lengua extranjera ofrece una gran cantidad de posibilidades de implementación de la EDS dentro de ella, pues muchos de los puntos clave que propone están directamente relacionados con los programas impartidos. Además, hoy en día con la gran cantidad de recursos que tenemos en internet, el trabajo es bastante facilitador.
En los documentos que adjuntamos a esta entrada, os hemos añadido un ejemplo muy sencillo de cómo se puede crear material complementario basándonos en un programa típico de ELE.
Además, os enlazamos a estos materiales fantásticos para trabajar el tema del Día Mundial del Medioambiente en vuestras clases.
Conclusión
En conclusión, como se puede ver, la asignatura de español como lengua extranjera ofrece una gran cantidad de posibilidades de implementación de la EDS dentro de ellas, pues muchos de los puntos clave que propine están directamente relacionados con los programas impartidos.
Así pues, no debería suponer un gran problema para nosotros, enseñantes de español, realizar esta reorientación educativa hacia la sostenibilidad, aunque posiblemente nos encontremos una serie de problemas: