La Evaluación el el aula: Cómo, Cuándo y Por Qué | Costa de Valencia, escuela de español

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La Evaluación el el aula: Cómo, Cuándo y Por Qué

La Evaluación el el aula: Cómo, Cuándo y Por Qué

¿Cómo evalúas a tus alumnos?, ¿hablas con ellos?, ¿haces un seguimiento o te limitas a hacer un examen final escrito?

La evaluación del alumno debe ser constante y de tipos diferentes. La evaluación dentro de la enseñanza no debe reducirse a un simple examen al final del curso o del proceso de enseñanza, sino que debe verse como algo transversal y que atañe a todo el proceso del aprendizaje. También el propio alumno debe estar más implicado en esa evaluación para que pueda ser más provechosa.

 

Pero entonces, ¿qué características debe tener este tipo de evaluación? Las más importantes, para que realmente sea provechosa, serían las siguientes:

  • Involucrar a los estudiantes en la autoevaluación.
  • Compartir con los alumnos las metas del aprendizaje.
  • Proporcionar retroalimentación al alumno de los resultados y de cómo está evolucionando su aprendizaje.
  • Motivar al estudiante para que haga un proceso de reflexión una vez se haya dado esta valoración de cómo está avanzando su proceso de aprendizaje.
  • Dotar a esta evaluación de una frecuencia regular y de una constancia elevada.

¿Pero qué es lo que debe hacer el docente para llevar a cabo este tipo de evaluación? Estas directrices te servirán para poder llevarla a cabo del mejor modo posible:

  • Programar junto al alumno cuáles serán los momentos de evaluación y elaborar un cronograma junto al estudiante.
  • Determinar los momentos donde los alumnos se darán feedback entre ellos.
  • Destacar a los alumnos la importancia de dicho feedback, y que este se haga desde todas las direcciones posibles.
  • Destacar el carácter constructivo de esta evaluación y fomentar la crítica orientada a la mejora del compañero y del aprendizaje.

 

Esta forma de evaluación, la que involucra totalmente al estudiante en el proceso de aprendizaje, es la que saca más partido al proceso y además consigue que la motivación que le aporta al alumno se traduzca en mayor capacidad de estudio y mejores resultados y rendimiento. Destacamos a continuación algunas de las ventajas que tiene la forma de evaluación que estamos describiendo en este artículo:

 

  • Es una evaluación flexible, que permite su variación y ajuste a las necesidades del estudiante.
  • Estimula la motivación del alumno y hace que este se sienta parte del proceso de aprendizaje.
  • El profesor también tiene la oportunidad de irse evaluando a sí mismo según va evaluando también al estudiante.
  • Es un proceso continuo que no contiene “parones” que puedan perjudicar al ritmo de aprendizaje del estudiante.
  • Se pueden ir identificando los errores y las necesidades sobre la marcha, de forma que el curso sea más productivo para el alumno y no se fosilicen ciertos errores.

 

Para terminar, no podríamos destacar prácticamente ninguna desventaja dentro de este método de evaluación en el aula. Si acaso, que esta requiere mucho esfuerzo y dedicación por parte de los dos sujetos implicados en el aprendizaje. Pero si se está realmente dispuesto a ello, esta “desventaja” desaparece y solo nos queda aprovecharnos de todas las ventajas que ofrece esta nueva forma de evaluar en el aula.

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