“Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma”, dice el famoso dicho. Y precisamente en esta época de incertidumbre de pandemia, esta cita ha cobrado mucho sentido. Aunque parece que poco a poco las condiciones sanitarias están permitiendo la movilidad entre países, durante estos últimos tiempos las clases virtuales se han impuesto. Y no solo clases individuales; durante este año hemos tenido clases en grupo, clases para niños, para preparación de exámenes, etc.; en fin, todo lo que tradicionalmente hemos estado impartiendo de manera presencial, pero de un modo virtual.
Aunque, al principio, tanto a profesores como a alumnos esta nueva situación les causaba cierta incertidumbre; la verdad es que todas las experiencias han sido absolutamente positivas, ya que, gracias a la disponibilidad, la formación continua de nuestros profesores y las constantes innovaciones y lanzamientos de apps y programas educativos; la transición desde el mundo presencial al virtual ha sido una experiencia natural e incluso enriquecedora.
El último reto –que también hemos superado con éxito- ha sido poder atender y dar servicio a todas las escuelas e institutos internacionales que tradicionalmente han estado realizando viajes de estudio con nosotros. Estas escuelas no querían perder la oportunidad de que sus alumnos vivieran una experiencia lingüística inmersiva, así que decidimos crear los conocidos como “viajes virtuales para grupos”, en los que los alumnos podían tener clases con profesores nativos, conocer de primera mano la cultura y la idiosincrasia de nuestro país e incluso visitar, aunque de manera virtual, los lugares más emblemáticos de nuestra ciudad.
Teams, Zoom, Skype, etc.; son solo algunas de las plataformas que nos han permitido conectar con alumnos de todo el mundo, siendo flexibles en relación a las plataformas “preferidas” de cada país, así como en los contenidos o temáticas a tratar. Los profesores de estas escuelas, que a veces incluso podían unirse a las clases, aun mostrando dudas iniciales han terminado encantados y destacando cómo los alumnos no han tenido ningún problema en adaptarse y sorprendidos de la gran cantidad de actividades y proyectos que se han podido llevar a cabo en la lengua de estudio.
Nosotros teníamos claro desde el principio que serían precisamente los jóvenes o nativos digitales los que vivirían esta nueva modalidad docente de manera más natural; y así ha sido.
No sabemos qué nos deparará el futuro, pero lo que sí que tenemos claro es que en este mundo tan cambiante y cada vez más globalizado, los viajes virtuales para grupos se convertirán en otra opción para todas aquellas instituciones que deseen ofrecer algo nuevo y enriquecedor para sus clases.