Paseo relajante a la reserva natural L’Albufera de Valencia | Costa de Valencia, escuela de español

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Paseo relajante a la reserva natural L’Albufera de Valencia

El miércoles por la tarde los alumnos de Costa de Valencia tuvieron la oportunidad de visitar el parque natural de L’Albufera de Valencia. Su nombre viene del árabe y significa “el pequeño mar”, puesto que se trata de un lago enorme que antes tenía conexión al mar. Hoy en día, este lago de agua dulce es hogar de muchas especies de peces y aves, y en los humedales colindantes se cultiva gran parte del arroz español. 

Un grupo de seis personas salimos de la escuela de español hacia el sur de Valencia. En poco más de 30 minutos en autobús llegamos al destino: el lago enorme estaba enfrente de nosotros, rodeado de cañas y con sus aguas tranquilas. Ya desde el muelle podíamos ver peces surgir del agua.

Luego dimos un paseo en barco. Subimos a un barco estrecho de madera y nos alejamos del muelle. Desde el agua tuvimos una vista hermosa de la verde orilla. En la distancia pudimos ver un pueblo y unas montañas y, si uno se fija bien, los arcos blancos de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Navegando por el lago, el barquero nos contó la historia de L’Albufera:

Antiguamente, L’Albufera era un golfo del Mar Mediterráneo, pero los ríos Júcar y Turia formaron una franja costera que lo separó más y más del mar. Además, L’Albufera era mucho más grande, llegando hasta la ciudad de Valencia. Eso cambió cuando los residentes formaron una presa para separar completamente el lago del mar y poder así cultivar arroz en los humedales colindantes.

Después navegamos por un canal pequeño circundado por cañas. Aquí estábamos más cerca de la vegetación y los animales. Podíamos ver muchos patos, garzas y charranes. De vez en cuando pasaba una libélula y podíamos ver los peces salir a la superficie del agua. Al regresar al muelle, el sol que se reflejaba en el lago y las nubes anunciando lluvia crearon un ambiente especial. 

De vuelta hacia la parada del autobús, pasamos junto a dos pescadores que remendaban sus redes.

Fue un paseo ideal para escapar la vida urbana y simplemente relajarse en el bello paisaje; antes de regresar a la vívida ciudad de Valencia.